Características físicas de los tigres
Es generalmente aceptado que los tigres son los felinos más grandes del mundo. Claro está, el tamaño de un tigre depende de varios factores: subespecie, región que habita, clima, alimentación, etcétera.
Los tigres son animales vertebrados, esto significa que poseen una columna vertebral que da sostén a su cuerpo y que inicia en el cráneo y finaliza hasta el extremo de la cola, actuando como un soporte central flexible para la caja torácica y las extremidades. El endoesqueleto o esqueleto interno está compuesto por huesos, a su vez unidos por articulaciones. Los más de 200 huesos conforman una estructura ágil y flexible que permite la actuación de los más de 600 músculos.
Tienen un cráneo fuerte y de forma redondeada, con mandíbulas poderosas. De hecho, la mandíbula inferior es casi recta. Poseen 7 vértebras en el cuello, 7 vértebras lumbares, 13 vértebras torácicas y 3 vértebras sacras. Su clavícula es muy pequeña, lo que favorece la ejecución de movimientos más amplios.
Cada hueso de la espalda de los tigres funge un papel elemental en la ejecución de los movimientos y hasta en su comportamiento. Por ejemplo, cuando un individuo abre las fauces para gruñir, menea la cola o se agazapa en espera del momento ideal para saltar, series concretas de músculos tiran de varios huesos específicos. Todo el esqueleto constituye alrededor del 20 por ciento del peso total.
Bellos y majestuosos
Poseen cabeza ancha y corta sobre un cuello más bien grueso. A pesar de verse un tanto robustos, son tremendamente ágiles al cazar y no tienen ningún problema para nadar o escalar.
Sus características externas son las más encomiadas por chicos y grandes. Lo más llamativo, además de sus poderosos colmillos, es quizá su hermoso pelaje anaranjado o dorado con franjas verticales oscuras. El patrón de rayas, visible desde su piel, es único en cada individuo, y la coloración varía de tonalidad según la subespecie, es decir, puede ser más claro o más oscuro y las rayas pueden presentarse de forma más oscura o estrecha. Por ejemplo, los tigres que se localizan en el sureste asiático tienden a mostrar mayor cantidad de rayas que otros tigres. Además, poseen un disco blanco en cada zona detrás de las orejas, que se cree que en conjunto podrían funcionar como elementos para manifestar agresividad o como falsos ojos ante un depredador.
La cola, que mide cerca de 1 metro de longitud, es ligeramente gruesa y con presencia de franjas. Su función es mantener el equilibrio del cuerpo, sobre todo cuando un individuo gira bruscamente. Los ojos contienen una pupila circular y el iris es color amarillo excepto en los ejemplares blancos. Numerosas papilas recubren la lengua, lo que le origina una textura áspera al tacto.
La existencia de tigres blancos supone la carencia de un gen recesivo que confiere a éstos un pelaje de fondo muy claro o casi níveo, a menudo considerado blanco. Los tigres blancos no son albinos, ya que conservan sus franjas oscuras y sus ojos presentan un color azul y no rosa o rojo, como cabría esperar en un espécimen albino.
Curiosamente, tienen las patas traseras más largas que las patas delanteras. En éstas se encuentran largas garras retráctiles unidas a los 5 dedos; las patas traseras sólo cuentan con 4 dedos. Todas las patas poseen almohadillas similares a las de los gatos domésticos, que les permiten acechar silenciosamente a sus presas. Los tigres blancos exhiben almohadillas rosadas.
Tienen una dentición heterodonte en la que destacan los largos caninos de 6.4 a 7.6 centímetros de longitud. Se caracterizan por la posesión de nervios sensibles a la presión y tienen la medida ideal para propinar la mordida mortal entre las vértebras de sus presas. En total, su boca alberga 30 piezas dentales.
5 sentidos
De todos sus sentidos, el oído es el más agudo y mejor desarrollado, pues ejecuta un papel importantísimo durante las actividades de caza. En términos generales, los felinos están mejor facultados que los seres humanos para percibir sonidos agudos, de hasta 60 kHz. Los tigres tienen una sensibilidad máxima de 300-500 Hz y pueden escuchar infrasonidos imposibles de percibir para el oído de una persona.
Su visión es binocular debido a la posición de los ojos a cada lado de la cabeza. Esto les facilita el cálculo de las distancias para vigilar a sus presas. Cuentan con más células bastones que células conos; esto significa que su visión en la oscuridad es muy buena y útil para detectar movimientos. Al igual que otros animales, posee detrás de la retina una estructura llamada tapetum lucidum que amplifica las señales de luz y consecuentemente mejora su visión nocturna.
En contraste con el oído, su sentido del olfato no es muy agudo, así que no ejecuta un papel importante en la caza. Sin embargo, sí es útil para percibir señales olorosas de otros tigres. Poseen una modesta cantidad de células olfatorias en la nariz y un bulbo olfatorio en el cerebro.
Dentro de su cavidad bucal tienen sólo unos cientos de papilas gustativas que resultan pocas en comparación con las miles presentes en la lengua de un humano, pero se cree que pueden percibir los sabores salados, ácidos y amargos. No es seguro que puedan sentir los sabores dulces. Con respecto al sentido del tacto, la percepción se realiza por medio de la piel o de las vibrisas, comúnmente llamadas bigotes. Todos los individuos están dotados con 5 tipos de bigotes con nervios sensoriales para orientarse, detectar peligros y atacar. En adición, el rostro posee neuronas sensibles que detectan los cambios en la presión del aire cuando los objetos pasan.
Fuentes
Tigers of the World: The Science, Politics and Conservation of Panthera tigris. Ronald Tilson, Philip J. Nyhus. Academic Press, 2009.
https://seaworld.org/en/animal-info/animal-infobooks/tiger/physical-characteristics
https://seaworld.org/en/animal-info/animal-infobooks/tiger/senses
Bones of the Tiger: Protecting the Man-Eaters of Nepal. Hemanta Mishra. Rowman & Littlefield.
https://en.wikipedia.org/wiki/Tiger#Description