Decir que los tigres son animales solitarios puede hacer parecer que no tienen una estructura social o que ésta se caracteriza por la simplicidad. Nada más lejos de la realidad: los tigres establecen un sistema de relaciones sistemáticas que conforman una organización social, por supuesto, propia de la especie animal.
De cómo los tigres se relacionan
En términos generales, los tigres son solitarios al llegar a la adultez, pues evidentemente necesitan cuidados maternos mientras son cachorros. Aún así son muy territoriales y mantienen rangos de territorio caracterizados por la vegetación densa, disponibilidad de agua y suficiente cantidad de presas. Su territorio constituye un área exclusiva de distribución que contiene una o varias guaridas en las que descansan o en las que las hembras dan a luz y cuidan a sus crías.
Es cierto que los machos no lideran un grupo o manada, pero en tal caso, serían dominantes. Ellos poseen rangos de territorio más grandes que los de las hembras, es decir, son hasta 3 veces mayores que los de ellas pero pueden estar superpuestos. Típicamente, el territorio de un macho está solapado con el de 1-3 hembras. De esta manera tienen el “exclusivo” derecho de aparearse con las hembras de su territorio, y si otro macho entra en su terreno, suele producirse una intimidación o una lucha física que implica el uso de uñas y dientes.
El tamaño de los territorios está relacionado con la región, la estación y la cantidad de presas que se hallen. Si una zona tiene una alta densidad de presas todos los territorios tienden a ser pequeños ya que la probabilidad de encontrar comida es alta en un radio de unos pocos kilómetros. Por el contrario, los territorios son más grandes en zonas con baja densidad de presas. Es el caso de los tigres de Siberia, región rusa donde los territorios usualmente miden de 800 a 1,200 kilómetros cuadrados.
Al morir un tigre, los demás tratan de colonizar el área vacía, pero esto significa que los cachorros del territorio pueden ser ultimados antes de que el macho colonizador se aparee con las hembras residentes. Cuando un macho joven busca un lugar para asentarse, puede hacerlo en el territorio de otro macho y convertirse en residente hasta que obtiene uno propio, normalmente desafiando al macho dominante del área. En otras ocasiones tiene la suerte de encontrar un lugar despejado. Los territorios de las hembras no suelen superponerse, no obstante, ellas tienden a afincarse en áreas cercanas a los dominios de sus madres.
¿Cómo saben los machos que un territorio pertenece a otro? Para asegurar sus dominios, se encargan de dejar marcas de olor en los árboles y las rocas con una mezcla de orina y almizcle o con heces; en ocasiones simplemente rascan los árboles. Esto es realizado por ambos sexos pero las hembras aumentan la frecuencia de rociadas antes de entrar en celo, para garantizar que los machos sepan que estarán disponibles.
A pesar de lo anterior, se han documentado casos de interacciones sociales más complejas. Por ejemplo, varios individuos se han organizado para colaborar en la cacería de una presa o un adulto de cualquier sexo ha compartido su presa con uno o más individuos, de forma hasta cierto punto amistosa. En una situación así, el tigre macho permite que las hembras y los cachorros se alimenten primero. ¡Muy caballeroso!
Para mantener el control de su territorio, los tigres patrullan las inmediaciones para evitar la introducción de intrusos. Cuando no están realizando inspecciones suelen descansar a la sombra. Son más activos durante la noche, por esta razón no suelen interactuar con especies diurnas. Sin embargo, los patrones de actividad pueden variar en concordancia con la temporada y las actividades de las presas.
Fuentes
http://animaldiversity.org/accounts/Panthera_tigris/
https://seaworld.org/en/animal-info/animal-infobooks/tiger/behavior
https://en.wikipedia.org/wiki/Tiger#Biology_and_behaviour
http://www.defenders.org/tiger/basic-facts